La importancia de probar un coche antes de comprarlo

Probar un coche antes de comprarlo debería ser obligatorio. No hacerlo es como comprar el traje de tu boda sin ver cómo te sienta. Vas a hacer un desembolso importante. Tienes que asegurarte de que es el coche que te gusta realmente y de que está en perfecto estado. Busca, prueba y decide.

Siempre insistimos mucho a todo el que viene a ver nuestros coches que hagan una prueba de conducción. Todavía nos sorprende la gente que declina el ofrecimiento y compra el vehículo a ciegas.

Qué ves al probar un coche

Si tienes buen ojo y sabes en qué fijarte durante la prueba de conducción podrás hacer un diagnóstico bastante exacto del estado del vehículo. Sin arrancar el coche, sólo poniendo la llave en el contacto sabrás cómo funcionan las luces, los intermitentes, los elevalunas o si tiene algún testigo del cuadro de mandos encendido.

No pienses que es algo tan evidente y que todo el mundo revisa los testigos del cuadro de mandos. Pasar por alto este detalle es más que habitual. Puede que lo tengas en mente, pero se suele olvidar más veces de las que crees.

Cuando empiezas la marcha puedes afinar todavía más tus sentidos y detectar defectos a través del olfato, el oído y el tacto. Podrás notar si hay una fuga de combustible, falta de líquido de refrigeración, la dirección desviada o la correa de transmisión entre muchos otros.

Puedes ir calculando de cabeza las reparaciones que le tendrás que hacer al coche. Ve restando al precio de salida el coste que tendrán para ti, si al final decides comprar el vehículo que acabas de probar.

Cómo actuar ante los desperfectos

Ya te hemos dicho que apuntes en tu mente los desperfectos que vayas descubriendo y si no suponen ningún problema para ti y puedes convivir con ellos, significa que tendrás un gran poder de negociación. Pero no cantes victoria todavía.

Aunque pienses que el coche que acabas de probar tiene problemas puedes soportar, si no eres un experto, lo mejor es que consultes con uno antes de hacer ninguna oferta.

Tu técnico de confianza te puede dar las claves de cómo podrías arreglar los desperfectos del coche tú mismo, cuánto te costará contar con mano de obra profesional y si realmente merece la pena (económicamente hablando) llevar a cabo tales reparaciones.

Lo que puedes acabar pagando por realizar una prueba de conducción

Las reparaciones a las que puedes acabar haciendo frente por no probar un coche son de todo tipo. Las hay bastante asequibles y otras tremendamente caras. A continuación te dejamos algunos ejemplos:

  • Junta de culata: ~800€
  • Correa de distribución: ~400€
  • Kit de embrague: ~1.100€
  • Inyectores: ~500€
  • Filtro de gasoil: ~25€
  • Pastillas de frenos: ~100€
  • Cargar aire acondicionado: ~70€
  • Radiador: ~35€

En cualquier caso, todos los desperfectos que notes debes hacerlos evidentes y ponerlos en conocimiento del vendedor a la hora de negociar el precio. Te librará de sorpresas desagradables y te servirá para obtener una rebaja en el precio que es algo que nunca viene mal.

Recuerda que los vendedores honestos siempre te dejarán testear el vehículo en el que estés interesado y tendrán toda la información de sus desperfectos a tu disposición.

Aquí podría estar tu próximo coche

 

Una vez termines de comprobar que todo vaya sobre ruedas, tu experto te haya dado su okay y el amor a primera vista empiece a convertirse en una pasión irrefrenable por pisar sus pedales; no olvides que antes debes asegurarte que toda la documentación está en orden. Pero eso ya es otra historia. 

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